USO va a exigir en los conve­nios que negocie en el 2018, fuertes incre­mentos salariales: como nor­ma general partirá de recla­mar, como presupuesto de salida, aumentos en los sueldos del IPC y otros cuatro puntos adicionales para los próximos dos años. El sindicato, el tercero con más representación tras CCOO y UGT, admite que su posición de salida no puede adaptarse a todas las empresas y secto­res, pero deja claro que su demanda inicial se comple­ta con una cláusula de revi­sión salarial para evitar una pérdida de poder adquisitivo.

Según afirma su Secretario General confederal «Nos venden una recupera­ción económica que no está llegando a los trabajadores. Tenemos cada vez una socie­dad más desigual, hay un 13% de trabajadores pobres. Lleva­mos arrastrando una devalua­ción continua en los salarios. Los salarios de referencia de los acuerdos no se han visto reflejados en los convenios», ahondó Pérez.

USO critica el modelo de negociación que mantienen CCOO y UGT con la CEOE, por oscurantista y poco efectivo, porque en los últimos años el incremento salarial ha sido insignificante.